Resistencia de las carillas de porcelana
Una de las preguntas más frecuentes de las carillas de porcelana es acerca de su resistencia.
Una pregunta legítima teniendo en cuenta que pueden medir hasta 0,1-0,2 mm de grosor. No hay que preocuparse, las carillas son hoy en día uno de los tratamientos más duraderos, resistentes y predecibles que hay en la odontología.
Técnicamente hablando no hay diferencia entre los distintos grosores de carillas, desde 0,1 a 0,9 milímetros el material es el mismo, tienen la misma esperanza de vida y semejantes propiedades ópticas, siendo posible en algunos casos utilizar este tipo de carillas combinado con las carillas convencionales.Para entenderlo bien, primero debemos entender la estructura natural de los dientes.
Los dientes naturales se dividen en dos sustratos principales:
- Esmalte – El tejido más duro de todo el cuerpo humano, y aun así por si solo es frágil, como las carillas cerámicas.
- Dentina – El núcleo del diente, es menos duro y más elástico, y actúa absorbiendo los impactos.
Las dos estructuras juntas son la perfecta combinación. El diente resultante tiene la dureza para cortar y masticar, y también la elasticidad para absorber los golpes y las fuerzas masticatorias.
Un ejemplo simple para entenderlo bien: Imagine que tiene el cristal de una ventana en el suelo y le tiramos un objeto de 5 kilos desde 30 cm de distancia, obviamente este se romperá.
Pero si pegamos el cristal al suelo con pegamento , y tiramos el mismo objeto, este no se romperá, porque las fuerzas el impacto serán absorbidas por el suelo, ahora que están pegados son un nuevo cuerpo, combinado para resistir.
El mismo principio es aplicable a los dientes, así es como trabajan la dentina y el esmalte, o la destina y las carillas de porcelana.
En 1928, un dentista californiano, llamado Charles Pincus, fue popular por cambiar el aspecto de las sonrisas en las películas de Hollywood con las primeras carillas de resina que existieron.
Lo malo es que duraban poco, tan solo para el rodaje de la película.
Décadas después, en 1959, Buonocore descubrió lo que revolucionaría la odontología, un método para pegar las carillas de cerámica al esmalte dentario!
Este principio ha permanecido intacto hasta hoy y es la base de la adhesión de las carillas en odontología.